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Ensayo sobre las relaciones habituales de un arquitecto.

¿Hay alguna relación entre el arquitecto proyectista, terminado y entregado el diseño, con la construcción de la obra?

Enciclopedias del arte desarrollan el tema del arquitecto como:
Aquel profesional que se encarga de proyectar edificaciones o espacios urbanos, y velar por el adecuado desarrollo de su construcción. En el sentido más amplio, el arquitecto es el profesional que interpreta las necesidades de los usuarios y las plasma en adecuados espacios y formas habitables y construibles. Es una disciplina a la vez técnica, artística y práctica.

Y define:
El término arquitecto proviene del antiguo idioma griego arqui - tectón (primero - obra), que significa literalmente el primero de la obra, o máximo responsable de una obra.

Entiéndase entonces tal no como el encargado de visualizar y plasmar la idea, si no de ir mucho más allá de ello.
Es terminal en la contemporaneidad actual hablar de un arquitecto y retribuirlo a un significado ambiguo; pues los hay: arquitectos empresarios, arquitectos ejecutores, proyectistas, interioristas, arquitectos administradores y muchos otros adjetivos para los campos de acción de un arquitecto.

Quisiera hacer una cita a partir de la crítica de otra cita:
“Boecio compara al ejecutor de una obra de arte con un esclavo y la ciencia que debe guiar ese trabajo con un gobernante. No interesa el conocimiento técnico en sí mismo sino las leyes absolutas (divinas) en las que éste debe conformarse. Por ello el constructor medieval, al igual que el filósofo, no pretendía crear nuevas formas ni ser original. El arquitecto no tenía que inventar el mito, sino formalizarlo: "tenía que dar expresión a una imagen que él compartía con su generación y que había sido formada gradualmente por la larga tradición religiosa de su pueblo".”

Habiendo llegado a este punto y separando los campos de trabajo del arquitecto contemporáneo puedo llegar a hipotizar que un arquitecto proyectista tiene no sólo el deber moral de vigilar la construcción, tramites y todo cuanto tenga que ver con la terminación de la obra; es una vocación a toda hora y lugar el ver a lo diseñado como a un hijo, verle crecer y alimentarse, tropezar y levantarse, casarse y estar con él a toda hora hasta el momento de volverse independiente, sería parte de nuestra labor como retocador del espacio, y estar allí como un padre en el transcurso de su vida útil, y sufrir sus pérdidas y demolición tanto como uno espera morir y saber que a los frutos de la vida se puede llegar a ser exitosos y también está el no lograrlo.

Entonces ¿cómo llegamos a puntualizar las relaciones? A este punto me permito hacer otra cita sobre "el arquitecto" en las enciclopedias del arte:

“La esencia del arquitecto es, además de cumplir con todo lo anterior, que su obra busque el trascender la simple ejecución para conseguir un objetivo más elevado, un "dar sentido" a la obra, de modo que ésta otorgue al habitar dimensiones o facetas del lugar, de la finalidad y de la belleza que existían, pero que no se vislumbraron al momento de su encargo. Este "dar sentido" es en general más evidente, o más fácil de apreciar, en las obras arquitectónicas reconocidas, como el Partenón, Notre Dame, Ronchamp o el Taj Mahal.
Esto hace que la profesión de Arquitecto sea una de las más complejas de ejercer, ya que requiere una firme vocación artística y un sano juicio práctico, y ambos deben ser ejercidos a la vez y en todo momento. Dada la relevancia de las decisiones que ha de tomar un arquitecto, y a las implicaciones económicas, técnicas y de seguridad que conllevan, en la mayoría de los países la profesión está regulada legalmente. Para acceder a ella es necesario superar unos estudios especializados y, según los casos, también una formación práctica. Los requisitos, así como el campo de aplicación, varían de un país a otro.”

Y prosigo con la categorización del arquitecto y las obras de arquitectura en México, jerarquizando:

“Todas las obras en el país deben firmarse por un Director Responsable de Obra desde 1987 (fecha en que se emite el nuevo reglamento de construcciones del Distrito Federal), esta categoría se obtiene en la mayoría de los estados mediante un título, cédula profesional, 2 años como colegiado, capacitación y en ocasiones una evaluación. Según los diferentes reglamentos es requerida también carta responsiva de algunos corresponsables en arquitectura, instalaciones, etc.”

Entiéndase entonces que hay muchas variables y muchas personas físicas o morales con las qué hay que mantener relaciones alrededor de la producción arquitectónica, ya sea de gran importancia como la que hay entre proyectista-ejecutor o proyectista-usuario, o como las más distantes pero no menos importantes como son la del proyectista-empleados, hay materia que norma estas relaciones, finalizando sobre mi intención de enmarcar el hecho de las relaciones y de no llegar a una crítica o valoración de las normas que rigen a las mismas.

Volar torpemente.

Gente en el pasado dijo que mis alas llenas de sueños se harían grandes y pesadas, que sería imposible despegar, que los pies torpes harían imposible la estadía en el suelo y matarían mi aterrizaje; que mi similitud con los albatros de planear y batir muy poco las alas era lo contrario a volar. Hoy sé que mis alas son tan grandes que me llevan a volar más tiempo a comparación de las de muchos, que para despegarme a las nubes necesito confrontar los acantilados y arrojarme a ellos viendo de frente el fondo de todo, y así tomar impulso; que mi modus vivendi me trae paz y me hace vagar a doquiera que me lleve el viento o planearlo para ir a doquier lugar que quisiese; es precisamente lo que me hace surcar a los océanos como si fuesen sueños.

Beso naufrago.

He pensado, hoy,
en tu beso naufrago
caminando sobre desiertos
áridos, dispersos cual milagros;
cayendo sobre todos los hombres
como un monzón bienaventurado.

Y son los celos un coche clásico
dentro de una caravana de choques,
un avión desmesurado, una serpiente
con su vientre triturando a los pecados,
un accidente de comienzos, un arpegio
taladrando las entrañas, un sueño
irreductible y un hambre de paracaídas
indelebles a tu velocidad infinita.

Y me sonrojo de estar equivocado
sobre un mesón de flores sinsabores,
en columpios de vidas transparentes,
de mariposas complicadas y de tus manos
tornasoles hiriendo con caprichos
de néctar y festejos de calor mi vida,
esta vida que se extraña y se hiere;
me hiero con suelos de ti.

Hoy he pensado en tu beso naufrago
y me he decido a seguirte a donde tú lluevas.

Retro

Se me implosionan los intestinos,
las galaxias, las canicas.
Se me entrepapela Dios
entre paradigmas efímeros
como tomar leche, caminar,
casarse, engendrar, vivir,
o ir al baño;
se me incrustan números
en la espalda, en la frente;
soy moneda o billete,
papelito con valor de cambio
o indiferente metal,
un peón de lego para el tiempo.
Y todo sigue surgiendo de todo,
de las fábricas, del universo,
de las cajitas de regalo,
del canjeo de cupones
o de los huevos de pascua.

De qué manera.

De cuántas maneras se puede decir amor dentro de un cubo de vida, sin boca ni léxico, sin manos y sin letras; de cuál modo se entiende un significante que tiene por trabajo dividir el bueno del perfecto; de qué parte del universo viene viajando tu nombre con respecto a mi frente; de cuántas maneras puede decirse amor sino con las distintas facetas de ésta ávida vida que se dedica a ser dedicada de amar; de entre cuántas preguntas viene tu beso como respuesta?

No hace falta

No hacen falta pastillas febriles de colores para llenar con caravanas hartas de flores al hastío, ni lápiz labial para pintar con desvelos asesinos al cielo carmín con nubes tornasoles para correr con besos papalotes con hilos de cabellos finos lo infinito; no basta con cascadas sinsabores saliendo por las grietas brasas de tu nuca para bañarme con el agua embotellada del olvido; ni aventurarme sin esmero al vuelo sobre lomos zopilotes que viajen riendo al epicentro de tu ombligo; ni cabalgar sobre moscas bulímicas de versos a las grutas mansas de tus dedos concluidos para misionar a favor de los pecados ufanos amarrándolos con tripas a la cola del vestido. No hacen faltan los poetas para odiarte, ¡que se mueran!, que viva el hada del exilio.

παράφρασις III

Me he visto caminando torpemente, seguido de un gato maullando sobre las agujetas, persiguiendo a un viejo con más carga que la mía. En nostalgia camino para no ahogar el poco aliento que me queda, agonía de ver menos agonía.

παράφρασις II

Me he visto con una pistola en la garganta, con las ganas de desvivir y servir que tiene un ciervo a su patria, y al gatillazo llover en la campana el perdón en agua, simulando un muñeco de trapo para una mágnum de verdad.

παράφρασις I

Somos como dos peones. Uno frente al otro, sin opción alguna a movimiento, viendo como las demás piezas trazan y hacen de este un juego de recuento.

ek balam [parte VII]

Después del principio, cuando ya estaba el maíz y el cacao, cuando los hombres no sabían aun que existíamos nosotros, cuando le tenían miedo a los hongos por que mostraban verdades, Mahucutah preparaba el desayuno y Balam Qitzé daba un beso a sus pechos para demostrar la debilidad ante ella, tan tibio veneno para quienes no existían aun, fue el pecado bendito de lodo, hecho para los que sobreviven al inframundo. Temeroso silencio dejó a su paso.
Balam Acab se arrodillaba a su encuentro e Iqui Balam no hacía más que resoplar por la decisión de quedarse solo, sólo solo con el fuego. Siempre la amé en las sombras, y juro que por unos momentos ella también lo hizo, fue la resaca de saber de lo suicidios que liberaron a muchos de nuestros herederos quien la hizo perderse y olvidarse de nuestros fortuitos, infalibles e infalables, infaltables encuentros.
Balam Qitze la levantó de entre los cielos para regalarle soles, ruinas y sueños, borrando cualquier registro de nuestros recuerdos. Recogí lo que quedó de esos nuestros intentos, pero eran tan trizas, tantas partes que me fue imposible pegarlas, así que me llevé las garras a los ojos y al pecho, tratando de arrancarla de ésta vida, perenne, aunque me fuera lo inmortal en ello.
De ese entonces y hasta hoy, me paseo por las ruinas desde siglos, interminables ciclos, después de que se ha ido para encontrarme con el tiempo a zarpazos, garra a garra y vuelo a vuelo, que creí perdido por varas de pasos, esperando encontrarme de entre las visitas que hacen a los templos, buscarme algo para cenar hoy o cuando menos beberme sarcasmos de ella o de mi para pretender que me alejo. Siguiendo esta leyenda de quien siempre sigue escapando y persiguiendo.